A la celebración se le ha conocido con varios nombre, entre ellos la fiesta de la Luz y la fiesta de las Candelas; todos estos nombres expresan el significado de la fiesta: Cristo la Luz del mundo presentada por su Madre en el Templo viene a iluminar a todos como la vela o las candelas, de donde se deriva la advocación de la Virgen de la "Candelaria".
La Ley de Moisés mandaba que a los 40 días de nacido un niño fuera presentado en el templo. Hoy dos de febrero se cumplen los 40 días, contando desde el 25 de diciembre, fecha en la que celebramos el nacimiento de Jesús.
Por mandato del Libro Sagrado, al presentar un niño en el templo había que llevar un cordero y una paloma y ofrecerlos en sacrificio al Señor (el cordero y la paloma son dos animalitos inofensivos e inocentes y su sangre se ofrecía por los pecados. Jesús no necesitaba cumplir con este mandato pero la Sagrada Familia era obediente a las Santas Leyes.
La Ley decía que si los papás eran muy pobres podían reemplazar el cordero por unas palomitas. María y José, ofrecieron dos de ellas en sacrificio el día de la Presentación del Niño Jesús.
En la Santa Misa del medio día del 2 de febrero varios devotos se consagraron a la llama de amor del Corazón Inmaculado de María y se bendijeron las velas que los asistentes llevaron.
En la mañana del 3 de frebrero varias familias presentaron a sus hijos para que fueran bendecidos.
¿Por qué presentar a los hijos?
Porque es un comprimiso de los padres con el Señor, de guiarlos en sus caminos. No de una manera académica sino espiritual. Los hijos conocen a Dios a partir del ejemplo que ven en casa. Encomendemos a todos ellos a la intercesión de Nuestra Señora de la Candelaría.
Al final de la presentación de los hijos se hizo un compartir fraterno para celebrar en comunidad este acontecimiento.
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