La Misa fúnebre fue presidida por el Arzobispo de Filadelfia, Mons. Charles Chaput, acompañado de otros obispos de Estados Unidos como el Nuncio Apostólico, Mons. Carlo María Viganó; Mons. Robert J. Baker, Obispo de Birmingham (Alabama); Mons. David Edward Foley; Obispo emérito de Birmingham; y el CEO de EWTN, Michael Warsaw; entre otros.
Sobre el féretro de la madre se colocaron tres objetos: un crucifijo en señal de su amor a Cristo, una Biblia y unas flores ofrecidas por sus hijas espirituales.
La homilía estuvo a cargo del P. Joseph Mary Wolfe, perteneciente a la orden de Misioneros Franciscanos de la Palabra Eterna (MFVA), quien dijo que no se puede entender a la Madre Angélica “sin una referencia a Aquel a quien ella amó con la pasión de una esposa: Jesús, la Palabra Eterna que se volvió hombre y vivió entre nosotros”.
También destacó las palabras de la religiosa en su juventud: “cuando el Señor vino y me sanó a través de la flor de Santa Teresa mi actitud cambió totalmente. Descubrí que había un Dios, que me conocía y me amaba (…) Todo lo que quería hacer después de mi curación fue entregarme totalmente Él. Cuando pienso en todo lo que ha hecho por mí y lo poco que hecho yo por él, podría ponerme a llorar”, citó el sacerdote.
El P. Wolfe afirmó que aquello que provocó la transformación de un garaje en el estudio de televisión de EWTN fue la idea de que la divinidad de Jesús debía ser defendida.
“El secreto del legado de la Madre Angélica es que es el fruto del legado de Cristo sobre ella. A Él le glorificamos eternamente porque ha llegado con su Misericordia a través de ella y de su trabajo”, resaltó.
Además, aseguró que la religiosa ayudó a todos a creer que la santidad es una meta a la que todos pueden llegar, “incluso si somos impetuosos como San Pedro, malhumorados como San Jerónimo, con un pasado como María Magdalena o tentados como San Francisco: podemos avanzar y crecer con nuestro temperamento particular, debilidades y fortalezas”.
El sacerdote también recordó las palabras Secretario personal del Papa San Juan Pablo II y actual Arzobispo de Cracovia, Cardenal Stanislaw Dziwisz: “ella era una mujer maravillosa dedicada a Jesús y a la Iglesia. Dedicó su vida al ministerio y convirtió a innumerables personas a la Iglesia. Ella dejó una marca indeleble en la Iglesia Católica y en todo el mundo”.
“Será siempre recordada por sus prédicas personales y vivirá para siempre en los corazones de todos a quienes tocó con este don que le ha dado al mundo a través de EWTN (…) Estoy convencido de que está disfrutando ya de la vida eterna con nuestro Señor en el cielo”, finalizó.
Tras la celebración de la Eucaristía el Nuncio Apostólico mencionó que el Papa Francisco expresa su tristeza por la partida de la Madre Angélica y envió sus condolencias a las hermanas del monasterio Nuestra Señora de los Ángeles y a toda la comunidad de EWTN.
“El Santo Padre encomienda su alma al amor misericordioso de Dios e imparte su bendición apostólica como ofrecimiento de paz y consolación”, agregó el Nuncio.
La Misa terminó con una procesión llevando el cuerpo de la Madre Angélica a través de la plaza del Santuario. El cuerpo se colocó en la cripta en privado y en presencia de los más allegados.
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