Los padres, si no nos preparamos aunque sea un poquito, no pocas veces nos encontramos en posiciones donde todas las historias se nos mezclan y de pronto el gordito barrigón con su “jojojo” toma por asalto el protagonismo de tan magno evento.
Las películas que se estrenan normalmente no ayudan y casi que pasamos Navidad tratando de que nuestros hijos no terminen confundidos y entiendan con ilusión y verdad el significado de una fecha que nos une a todos, creyentes y no creyentes.
Encontrar una película como «Se armó el Belén», «The Star» es algo que puede parecer hasta sorprendente. Una apuesta por la verdadera historia de Navidad contada para niños y contada en su idioma. Un burrito llamado Bo que cansado de su vida ordinaria sueña con algo más y sale en búsqueda de la aventura más grande de la historia. Podríamos caer en la simpleza de creer que es una historia sobre amistad y la búsqueda de los sueños pero no. El director, nominado al Oscar, Timothy Reckart, nos explica que la película en realidad no se trata de la búsqueda de los sueños, «lo importante y grandioso de esto está en el corazón de la misma historia de Navidad, que se trata de Dios haciendo algo realmente grande viniendo a la tierra como el salvador pero bajo una apariencia muy humilde, un niño nacido en un establo, ni siquiera en una casa. Esta es la lección que aprende Bo, que lo realmente grandioso no luce glamoroso. Ojalá esta sea la lección que se lleve un niño pequeño, que lo importante es hacer lo que Dios quiere de uno, así como Bo, que estuvo llamado a guiar a José y María hacia Belén».
Con «Se armó el Belén» tenemos la oportunidad evangelizar y de enseñar de una manera sencilla a los más pequeños de la casa cuál fue la verdadera historia de este joven matrimonio, que siendo los más humildes, fueron los escogidos para acoger a la mayor de las criaturas. Descubrirán además (y así lo cuenta explícitamente la película) que lo que hoy celebramos no tiene su razón de ser en un “cuento de hadas” de un hombre vestido de rojo y un puñado de renos, sino en la más pura realidad de un establo, desde el silencio y en compañía de los más sencillos de la Tierra.
A través de Bo, el burrito protagonista, tanto los niños como los mayores nos podremos ver identificados en su tozudez (para lo bueno y para lo malo) y comprobaremos por medio de metáforas que lo que nos hace grandes son valores como el perdón, la confianza y la fe en que para cada uno de nosotros existe un plan divino, y que si nos dejamos hacer, ¡comprobaremos que es mucho mejor que los nuestros!
Esperemos con ilusión la llegada de Jesús y como padres tomemos estas lindas oportunidades de pasar tiempo en familia, mirar una película y conversarla con nuestros hijos enseñándoles el verdadero mensaje, que la Navidad es Jesús.