Mientras su esposa se recuperaba en el hospital él cuenta que veía muchas mujeres embarazadas entrar a la sala de operaciones y salir sin ningún bebe, al inicio no entendió pero luego cayó en cuenta que habían abortado. Vietnam fue considerado en 1999 el país con el mayor número de abortos anuales Tong habiendo sido testigo de este horror comenzó a ahorrar dinero de su humilde sueldo para poder comprar un campo para enterrar a los fetos que vio eran deshechados en el basurero.
Tong tiene un pequeño cementerio donde ya hay más de 10,000 bebés abortados a los que él se ha encargado de dar cristiana sepultura y donde muchas mujeres post-abortivas van a rezar. Pero desde que comenzó a funcionar el cementerio muchas mujeres en riesgo de abortar comenzaron a buscarlo y él no tuvo mejor idea que ofrecerles su casa para hospedarse y ofrecer adoptar a los niños que ellas no quieran conservar. Desde el 2004 él ya ha adoptado más de 100 niños y ha logrado que muchos más sean salvados y vivan con sus madres.
Todos los niños que nacen ahí o son dejados abandonados en la puerta de su casa son llamados Vinh (honor) y las niñas Tam (corazón), todos llevan el apellido de Phuc y su segundo nombre es el de su madre o el pueblo de su madre para que ellas puedan reconocerlo si es que llegan a regresar pues él les ofrece a las madres cuidar a los niños mientras ellas buscan algún trabajo y estabilidad para poder recuperar a sus pequeños. Tong actualmente vive con sus dos hijos biológicos y otros 20 bebés, sus 30 hijos mayores viven en una segunda casa que se ha convertido en orfanato y otros 5o niños ya han logrado regresar con sus madres.
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